Vacaciones de verdad

El tiempo de las vacaciones que nos hemos ganado durante todo un año de trabajo y de «desgaste», si es que es así, debería ser un tiempo para soltar la carga acumulada y para recuperarnos.

A veces, sin embargo, las vacaciones sólo son un cambio de escenario (de casa al apartamento) o un impulsivo deseo de «libertad» sin límites, a costas, incluso, de la propia salud.

No es que no vaya bien un cambio de aires y de actividad pero, si queremos recuperarnos realmente y regresar con energías renovadas, pensemos en cuidarnos, cuidar nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestro corazón,… en una sola palabra, nuestra PERSONA, en mayúsculas.

Porque nuestra persona, o una parte importante de ella, en medio de las muchas obligaciones y exigencias que nos ocupan, suele quedar relegada a un segundo término siempre, o casi siempre.

Entonces mendigamos, con ansias, ese espacio, ese aire vital que tanto necesitamos.

Y por fin, llegan las vacaciones…

Pueden ser un espacio de reencuentro con nuestro propio bienestar y felicidad.

Si queremos aprovechar este tiempo libre para llenar esa sensación de vacío y cansancio que nos ha dejado el curso de trabajo o de estudios, no estará de más prepararlo y preverlo con inteligencia.

A dónde iremos? Qué haremos o mejor dicho, qué queremos hacer? Con quién iremos?

En la adecuada reflexión y  respuesta está el trampolín que nos lanzará a unas vacaciones plenamente satisfactorias o a una desilusión más.

Cuantas veces salimos disparados, casi huyendo, de nuestro trabajo, de nuestra universidad, de nuestra casa, e incluso de nuestra familia,… sin pararnos a escuchar lo que realmente necesitamos.

Unas buenas vacaciones deben pensarse y prepararse para descansar y que renazca en la persona una nueva sensación de salud y vitalidad.

Algunas reflexiones que pueden ayudarnos a conseguir el resultado positivo esperado  y que perdure durante todo el año:

  • Viajar cansa. Los Kilómetros (por tierra, mar o aire) cansan,… si te sientes bajo de energías, comienza las vacaciones en el confort de tu casa.
  • Convivir con mucha gente cansa. Adaptarse al ritmo de todos  (cosa casi imposible) y, casualmente, renunciar al propio, cansa.

Está bien que queramos recuperar el tiempo que le debemos a la familia o a los amigos, pero eso no excluye que todos necesitamos nuestro tiempo de soledad, de caminar a nuestro propio ritmo. Encuentra tiempo y espacio para disfrutar de ti. Respeta y respétate.

  • Comparte momentos de calidad con tu familia. Relájate, disfruta, juega, ríe, canta, haz manualidades, inventa un día especial y mágico, para la convivencia festiva.
  • Hay tópicos que nos engañan y nos crean falsas expectativas. Nos imaginamos descansando en un lugar idílico y silencioso, leyendo aquel libro que empezamos las vacaciones pasadas,… pero luego, no siempre es así. Casi nunca las cosas son como las imaginamos!

Estemos preparados para encajar un entorno no siempre perfecto y encontremos aquella paz que siempre ha estado dentro de nosotros. Esa no falla.

  • Otro tópico es que tenemos que recuperarnos de la falta de sueño. Ni falta que hace. Eso sí, después de una noche «bien dormida» después de meses de dormir poco, el mejor descanso para nuestra persona lo darán los ritmos naturales, o sea, despertarse con el amanecer y no acostarse tarde.

Quizá sea un buen momento para descubrir la maravilla de ver el sol despuntar en un horizonte de silencio y paz.

  • Suelta tu imaginación, permítete soñar y crear el ambiente adecuado, la música…
  • No siempre, en una pareja, los dos han de tener los mismos gustos, intereses ni necesidades. A uno le puede gustar la aventura y al otro la cultura. ¿Porqué no atreverse a personalizar ese tiempo libre y uno se va a un safari por África y el otro a ver los templos y museos de Roma o a un retiro de Yoga? ¿Porqué no? Como dicen los maestros del desierto:

Alejando las tiendas, se acercan los corazones

  • Recuerda que las fotos son sólo recuerdos, no siempre traen consigo una vivencia sincera y real de lo que hemos sentido y vivido. No llenes tu maleta de recuerdos. Piensa en volver con todos esos tatuajes que se habrán gravado realmente en tu estructura personal, déjate impregnar de lo que ves y de lo que vives!

Para terminar, una frase de Mahatma Gandhi

yo siempre estoy de vacaciones

Da que pensar en cómo enfocamos nuestro trabajo y nuestra vida!

De todo corazón, que pases unas buenas y merecidas vacaciones de salud y paz.

OM SHANTI