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Cómo el yoga te puede ayudar a encontar el bienestar natural, sin necesidad de consumir drogas

Nací en el bosque, en un Ashram, siempre he llevado un estilo de vida saludable, con mucho contacto con la naturaleza, practico regularmente yoga y meditación desde mi infancia y mi plato preferido es una buena ensalada.

Desde que tengo consciencia, me afecta mucho todo lo que rodea el consumo de drogas, me apena profundamente saber que alguien consume, es como si esa persona estuviese apagando poco a poco su vida. Físicamente siguen vivos, pero su fuerza, su pureza, su vitalidad y su salud se van muriendo.

Soy licenciada en Biología Sanitaria, recuerdo que en las clases de Neurociencias con el Dr. Antonio Armario, nos enseñaban como las drogas activan en nuestro cerebro los mecanismos de recompensa a una velocidad y a una intensidad muy superiores a los que se pueden generar de manera natural. Es decir, crean una adicción rapidísima e inevitable.

Sumado al aumento de la tolerancia, lo que significa que cada vez se necesita más dosis para obtener el mismo efecto y de aquí derivan los problemas de sobredosis y la intensidad del «mono» físico para eliminar la creciente dosis de droga del organismo y al mismo tiempo buscar una nueva dosis para calmar la ansiedad.

Toda la información que tengo al respecto del consumo de drogas es teórica, por este motivo he entrevistado para este artículo a dos practicantes de yoga de nuestra escuela, ambos con un historial de politoxicomania.

Me interesaba profundamente, saber todo lo que el yoga les ha aportado. Según mi hipótesis, el yoga puede ayudar a:

  • reducir el consumo, disminuyendo el «mono»
  • enseñar a encontrar el bienestar de manera natural
  • potenciar a toda la persona (mejorar la autoestima, la lucidez mental, la fortaleza emocional…)

He aprendido mucho con ellos, de sus vidas, de su coraje, de su sinceridad y su buena disposición para compartir su experiencia y ayudar con ello a otras personas que lo necesiten.

A ellos a Jose Luís de Caires y a Eduard Martinez, GRACIAS

Sw. Ajna Vamadevananda

Entrevista a Eduard Martínez, 36 años de edad, politoxicómano durante más de 20 años, padre de 3 hijos, comercial, practicante de yoga.

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¿Por qué se cae en el consumo de drogas?

En el consumo de drogas hay tres fases, uso, abuso y dependencia.

En la primera etapa, se toman porque te dan una falsa sensación de poder, parece que el entorno social te respeta más si consumes. El consumo te evade de un miedo profundo al dolor, te da una falsa euforia, todo lo material se consigue en esta fase, te crees que eso es la felicidad, pero se trata sólo de la excitación de la mente, ya que después no recuerdas lo que ha sucedido mientras estabas bajo los efectos de la droga.

En la fase de abuso, pierdes el control, buscando ansiosamente esta euforia pasajera.

En la fase de dependencia, pierdes completamente la autoestima, porque sin la droga, no eres nadie. Y no se trata sólo del “mono” físico, es totalmente psicológico.

Vives sin asumir ninguna responsabilidad, con una falta total de autocontrol y de fuerza de voluntad.

Sobre las drogas espirituales, los enteógenos, extractos de plantas como la Ayaguasca a los que se les atribuye el poder de despertar la consciencia, visión, claridad, gracias a la DMT (dimetiltriptosamina), una molécula que también puede ser producida por nuestro cerebro.

Se sabe que su uso, era frequente en personas sabias, maestros chamanes o yoguis, con dosis muy estudiadas, ellos eran personas fuertes y equilibradas, gracias a su disciplina de búsqueda, estudio y práctica del ser.

Muchos de ellos dejaban de consumir estas “drogas espirituales” ya que con su propia práctica, conseguían los mismos resultados e incluso mejores.

Se dice que si un principiante, o un curioso, consume estas sustancias, sin estar debidamente preparado, su efecto puede ser de amplificador de los propios miedos internos y llegar a pasarlo realmente mal.

Estoy totalmente de acuerdo, he vivido durante muchos años, manía persecutoria. No solo los enteógenos, también la cocaína tiene este efecto. Gracias a la práctica regular de yoga han reducido mis miedos.

Es bien conocido el Yoga como terapia complementaria en varias enfermedades y también sobre el control de las adicciones. ¿Cuando empezaste a hacer yoga y porqué?

No recuerdo bien cuándo, hará un año y medio más o menos, mi hermana me apuntó, empecé siendo muy constante, iba cada día, por la mañana y por la tarde y enseguida pude comprobar resultados.

Empecé la práctica, muy enfadado con el mundo, con el yoga, con mi psicoterapeuta… no quería asumir de ningún modo la responsabilidad de mi vida, todo era culpa de los demás.

Al principio iba sin ganas, pero aún así iba. La práctica me suponía un enfrentamiento, una lucha con mi rigidez física, me costaba controlar la mente, el equilibrio, la coordinación, es duro tomar consciencia de la falta de control sobre tu cuerpo y tu mente, pero la relajación al final de la sesión me sentaba genial. Por eso volvía.

El yoga requiere de toda tu atención, para no ser ni demasiado duro, ni rendirte, durante las asanas, entiendes físicamente que los extremos no te permiten avanzar, que es aflojando y no tensando cuando se consigue la elasticidad.

Eso me enseñó a no luchar, a no castigarme, a tener paciencia conmigo y con los demás. Un punto muy importante cuando quieres dejar de consumir y no puedes hacerlo de golpe.

Las drogas esnifadas, colapsan la garganta y la nariz, dificultan tu respiración. Es muy evidente si tienes clase de yoga, donde respirar bien es crucial.

Poco a poco, estando presente en la práctica, con las asanas, pude empezar a controlar mi respiración y con ello empezar a encontrar espacios de silencio en mi mente, que antes sólo conseguía con el consumo de drogas.

Practico la meditación del Kriya Yoga, que me enseñó mi maestra Swamini Danda. Para mi es el momento de parar en mi vida diaria, parar las emociones, mirar desde otra perspectiva mis pensamientos y ver como actúa mi mente y empezar de nuevo desde un punto zero, para volver a empezar con mi rutina.

Aprendí el valor del esfuerzo para el placer sano. A finiquitar lo que empiezo. A ser más consciente y responsable de mis actos.

Descubrí que lo que buscaba fuera lo tenía dentro. Dejé de pedir a mis familiares (recursos materiales, demandas emocionales…) y pude empezar a dar (cuidados, amor, presencia…)

Me siento más libre y siento que los he liberado.

Antes, mi única referencia sobre lo que era la verdadera felicidad, era lo que sentía cuando estaba con mis hijos. Ahora me siento feliz en muchos momentos y situaciones de mi dia y me siento mejor con mi cuerpo y me lo dicen, que estoy más guapo.

¿Que és lo que más te ha ayudado?

Es una suma, el yoga, los terapeutas, buenos libros y documentales… y algunas personas “ángeles” en mi vida, personas que han creído siempre en mí y que han estado allí para recordármelo, en mis peores momentos, entre ellos mi hermana y mi cuñado.

¿Que te queda pendiente?

Mucho trabajo aún por hacer, poco a poco… conocer, amar y cuidar más de mi cuerpo, mi mente…y cumplir el sueño de mi alma: Ayudar a todos los que están pasando por una situación como la que yo he vivido.

He conocido la parte más oscura del ser humano y también he podido sentir la parte que tiene más luz. Hay muchas personas en este mundo con muy pocas posibilidades o ninguna de ver la luz, siento que me debo a ellos, quiero ser su puente.

 

Entrevista con Hari Deva, Jose Luís de Caires Olmedo, nació hace 44 años en Venezuela, en una familia desestructurada, de padres alcohólicos, su madre abandonó a la familia cuando él sólo tenía 12 años.hari-dev

Empezó a consumir a los 17 años y fue politoxicómano durante 18 años, ya lleva casi 10 años sin ningún tipo de consumo.

¿Por qué empezaste a consumir?

Consumir drogas era vivir anestesiado, una evasión para no aceptar la realidad, una falsa satisfacción, una falsa alegría, falsas amistades.

Un mundo de mucha ilusión, mucha carencia, debilidad, falsa fuerza, falso poder. La droga se convierte en tu única herramienta para gestionar las emociones.

¿Qué tipo de drogas consumías?

Todas y las mezclaba, fumaba marihuana desde que me levantaba hasta que me acostaba, alcohol, cocaína, los fines de semana LSD y ácidos…

Cuando me quedé sin dinero, llegué a consumir Crack, pegamento, medicamentos para la tos, mezclados con alcohol. Yo era un experimento, porque nadie me había enseñado a vivir.

¿Cómo te das cuenta de que quieres dejarlo?

Por un lado cuando ya no conseguía con las drogas la sensación que buscaba, por otro lado mi cuerpo ya no aguantaba más, me orinaba encima, perdí mi trabajo, amanecí en la calle… poco a poco la vida me fue enseñando.

¿Cuándo entra el yoga en tu vida?

En venezuela vi un grupo de personas haciendo yoga en un parque, pude probar una clase y descubrí que podía sentir bienestar sin drogarme.

Ese fue un gran descubrimiento, fue la semilla.

Me apunté a hacer un curso de formación de yoga de 8 meses, pero iba y volvía a consumir. Fui muy inconstante, pero el yoga me hizo ser cada vez más consciente de que me estaba haciendo daño.

Quería dejar las drogas, pero era difícil, ya que mi propia familia me arrastraba al consumo.

Mi padre tenía un Bar Restaurante, una cadena de Taxis, una casa… lo perdió todo por el alcohol.

A menudo tenía que recogerlo con la cabeza rota de haber caído en la calle, completamente borracho. Tenía que hacer de padre de mi padre.

Pero las situaciones más extremas de la vida te llevan al cambio.

Ingresamos a mi padre en un centro de desintoxicación y yo decidí salir del país, crear un nuevo entorno menos tóxico. Ser el dueño de mi propia vida. 

Así llegué a este país, todavía bebía y fumaba, pero ya practicaba yoga y con mucha lucha, constancia y perseverancia lo fui dejando poco a poco…tuve bastantes recaídas.

Las recaídas son importantes, caes, pero cada vez te remontas más arriba, porque tú mismo te vas diciendo ¡Qué haces!! Y eso hace que sigas adelante con más fuerza.

Mi profesor de yoga, me dijo que pedían un profesor de yoga en mi pueblo y que empezara a dar yo las clases, que estaba preparado, porque él no podia.

Entonces fue cuando me di cuenta de que tenía que recuperar todos mis apuntes y formarme mejor.

Así conocí os conocía a vosotras a Yoga Ashram, escuela de Kriya Yoga.

El Kriya Yoga es una herramienta de meditación de 15 minutos, que me encanta. Experimento una sensación muy agradable de relajación y bienestar, sobretodo cuando la practico después de las asanas.

¿Quién más te ha ayudado?

También conocí a una señora que me invitó a hacer una formación de terapia sistémica en adicciones en Uruguay, la lección más importante que aprendí fue preguntar a los adictos.

¿Porqué estás aquí? Si te responden, por mi madre, por mi tía… no saldrán. Sólo lo harán si quieren salir por ellos mismos.

Y por mi experiencia te puedo decir que se puede, si yo era un niño débil y pude, se puede.

¿Hay personas más susceptibles que otras a ser adictas?

El que se droga es el ser más sensible de la familia, el que está más abierto a otras percepciones. 

Pero sin las herramientas para gestionar todo lo que sienten.

No han sabido canalizar su vida, están débiles, cuando consiguen dejar las drogas, tienen un poder  muy grande.

Una sólida base de educación emocional ayuda a no sentir el “vacío” que te lleva a las drogas.

¿Qué te queda pendiente?

Estoy a punto de terminar mi formación de profesor de yoga, cada vez tengo más alumnos y voy a abrir mi propio centro.

Me gustaría colaborar ofreciéndome como instructor de yoga en centros de desintoxicación.

Y estoy a la disposición de cualquier persona que lo necesite.

Y terminamos el artículo con una sesión de Yoga Especial para Adicciones creada por Swamini Ajna Vamadevananda

Contempla, mejorar el control de la respiración, reequilibrar las emociones, aumentar la autoestima, fortalecer el sistema nervioso y experimentar el bienestar y la paz interior.

Todas las prácticas propuestas, se encuentran en el libro «de Aprendíz a Maestro» de Swamini Danda, que podéis adquirir en esta web, haciendo clik AQUÍ.

En breve se colgará el vídeo de la sesión de yoga.

Se recomienda practicar esta sesión, una vez al día. Y aplicar las 3 P (Practica, Perseverancia y Paciencia)

Es necesario estar  guiado por un profesional y tener la aprobación médica para su práctica:

Jala Neti Kriya

Nadi Sodhana Pranayama ( 3 a 5 minutos )

Meditación Kriya Yoga (15 minutos)

Canto del Mantra Om ( 3 veces)

Surya Namaskar – Saludo al sol ( 3 veces)

Vriksasana – El Arbol – postura de equilibrio

Descanso y respiración del equilibrio

Virabhadrasana I, II i III – Los Guerreros

Meditación del guerrero pacífico

Matsyendrasana – La barrina o espiral

Paschimottanasana dinámica con la Respiración Completa Yogui

Ardha Chackrasana – El puente tumbado boca arriba, hombros al suelo.

Shavasana – Relajación

Om Shanti- paz infinita