La mujer, debido a los cambios hormonales durante la menstruación, puede sufrir dolor e incluso cambios de humor, en parte causados por la necesidad de descansar y de ser cuidada durante estos días.

Hay aldeas donde la mujer que tiene la menstruación se retira de sus obligaciones, para ser cuidada por otras mujeres. Se considera un momento sagrado, que debe ser respetado, para que un nuevo ciclo de fertilidad comience con toda su plenitud.

En  este sentido,  nuestra sociedad  respeta poco a la mujer, que sigue con su ritmo de vida habitual, sin menguar sus responsabilidades ni compromisos, tanto a nivel familiar como profesional.

Y nuestra naturaleza, con toda su sabiduría nos exige el descanso, incrementando el dolor menstrual y el mal humor, proporcionalmente a la tensión acumulada por la mujer, hasta el punto, en algunos casos, de paralizarnos completamente.

La reflexología podal es una práctica ancestral de sanación, que nos puede ayudar

Auto reflexología podal para el dolor menstrual

Presionando unos puntos reflejos que se encuentran en el pié y tienen una relación neuronal con distintas partes del cuerpo, podemos ayudar a relajar completamente, tanto nuestro sistema nervioso, como la musculatura del útero, calmando así las contracciones y el dolor.

A la larga, incluso se regulan los desórdenes del sistema hormonal.

Aunque siempre es recomendable ponerse en manos de un buen profesional, podemos, en un momento de dolor agudo, aprender a presionar los puntos apropiados para transformar el dolor, en bienestar.

Comenzaremos masajeando todo el pie, como si amasáramos masa de pan o jugáramos con plastilina.

Unos 2 minutos por pié, sin olvidar los dedos, los tobillos… (Se puede utilizar alguna crema hidratante, pero asegurarse de que se absorbe completamente)

Después, empezaremos a localizar los puntos de reflexología. La presión que se debe ejercer en ellos es sedante.

Presión sedante

Localizamos el punto de reflexología, presionamos con el dedo pulgar sobre el punto, con una intensidad media y sostenida en el tiempo, la justa para detectar que duele.

Mantenemos la presión hasta que desaparezca  o disminuya considerablemente la intensidad del dolor.

Máximo tiempo de presión 30 segundos por punto.

Maniobra de regulación

Al terminar, relajamos colocando el calor de la palma de la mano, suavemente, sobre el punto presionado.

Podemos repetir el mismo punto, si no hemos reducido el dolor en 30 segundos o pasar a otro punto si hemos logrado que reaccione y desaparezca el dolor.

En unos 10 minutos revertiremos el malestar.

En el dibujo se indican los puntos reflejos a presionar, con el orden recomendado.