Puede parecer extraño hablar de un trabajo de la respiración, cuando es algo que hacemos siempre, desde que nacemos y sin pensar, o  quizá pensamos que ya sabemos respirar!

Este trabajo pretende dar a la respiración, no sólo la importancia vital (de supervivencia) que evidentemente tiene, sino también llevarla a su esencia energética e incluso, espiritual.

«La respiración correcta tranquiliza el alma, refresca el espíritu

y alarga la vida»

Además de los beneficios que nos puede dar (aliviar alergias, dejar de fumar, equilibrio nervioso, más vitalidad, etc…) podemos encontrar muchas sorpresas agradables que tendrán un efeto «real» sobre nuestra salud y estado de ánimo.

«respirar es vivir, si respiramos mejor, viviremos mejor»

Los Yoguis cuentan la vida por respiraciones y afirman que teniendo el habito de respirar correctamente la raza humana se regeneraría haciendo que muchas enfermedades desaparecieran para siempre.

Respirar es vivir, vivir es respirar. Dependiendo de la calidad de la respiración, así será la calidad de vida.

Debido al ritmo de vida tan rápido que llevan algunas personas se pierde la noción natural de la respiración que teníamos cuando éramos unos bebés, provocando con ello importantes desequilibrios físicos, variaciones del ritmo cardiaco, y otros trastornos emocionales, nerviosos y mentales.

Por esto es muy necesario que aprendamos a respirar adecuadamente regulando el ritmo respiratorio.

¿Cómo saber que se está respirando de manera inadecuada?

En general, sentirás mucha tensión en la parte superior del cuerpo.

Tenderás a acumular tensión en el cuello y en los hombros, entre los omóplatos y en la parte superior de la espalda. Puedes incluso sentir tensión en la mandíbula y en torno a los ojos.

Ningún masaje pasivo o terapia física, remediará esta tensión crónica, pues se repetirá en el momento en que continúes respirando mal, por lo que debes corregir las causas de esta mala respiración.

Para empezar debemos cuidar los pulmones y mantener limpias las vías respiratorias (Vijay Pranayama y Jala Neti) y trabajar toda la musculatura respiratoria. Más adelante nos adentraremos en el pranayama, o control de la energía vital a partir de la respiración.

Haremos ejercicios para limpiar las vías respiratorias, trabajar la musculatura que interviene en la respiración y alcanzar el dominio de la angustia asociada al trabajo de la respiración para, con este entrenamiento, acceder al control de las emociones y otros estados anímicos.